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Llanera, en el corazón de Asturias, es un lugar donde la historia se encuentra con la modernidad, ofreciendo un viaje fascinante a través del tiempo y el paisaje. Este concejo, situado estratégicamente en una extensa llanura entre las montañas asturianas, ha sido testigo de siglos de evolución, desde sus orígenes medievales hasta convertirse en un próspero núcleo de servicios y recreación en la actualidad.
El legado histórico de Llanera se manifiesta con especial fuerza en sus majestuosas edificaciones, como el imponente Palacio de Villanueva y el Castillo de San Cucao. Estas construcciones no son meros ejemplos de arquitectura de época; son testigos silenciosos de una nobleza poderosa que dejó una huella profunda en la región, tanto en su desarrollo como en su identidad cultural. El Palacio de Villanueva, con su arquitectura elegante y sólida, evoca tiempos de esplendor y poder, mientras que el Castillo de San Cucao, con su aspecto imponente, se erige como un símbolo de defensa y autoridad que dominó el paisaje durante siglos.
Estas edificaciones, que han sobrevivido al paso del tiempo, son también guardianes de un sinfín de historias de intriga, poder y cultura. Dentro de sus muros, se tejieron alianzas y se libraron batallas por el control de la tierra y el destino de sus gentes. Las piedras de estos monumentos han sido testigos de innumerables episodios que han dado forma a la historia de Llanera y han contribuido a forjar el carácter de su población.
Este rico patrimonio histórico y cultural cobra vida cada año en la popular celebración de los "Exconxuraos", una fiesta medieval que reúne a la comunidad en un homenaje vibrante y colorido a su pasado. La fiesta conmemora un curioso y significativo episodio de reconciliación entre el pueblo y sus señores feudales, un momento en el que la tensión y el conflicto dieron paso a la paz y la cooperación. Durante la celebración, los habitantes de Llanera y visitantes se sumergen en una atmósfera medieval, donde los trajes de época, los mercados artesanales, las justas y los banquetes recrean el ambiente de siglos pasados.
Los "Exconxuraos" no son solo una fiesta, sino un vivo recordatorio del carácter indomable y festivo de los habitantes de Llanera. Esta celebración refleja la capacidad del pueblo para superar adversidades, preservar su historia y, al mismo tiempo, celebrar la vida con alegría y unidad. La fiesta ha crecido con los años, convirtiéndose en un evento destacado en el calendario festivo de Asturias, atrayendo a numerosos visitantes que desean experimentar de primera mano la rica herencia cultural de Llanera.
Así, el legado histórico de Llanera, presente en sus monumentos y en las tradiciones que perduran, continúa siendo una fuente de orgullo e identidad para sus habitantes. Es un legado que no solo mira al pasado, sino que también inspira el futuro, recordando a todos que la historia de Llanera es una historia de fortaleza, resiliencia y celebración.
Pero Llanera no es solo historia; es también un centro vibrante de actividad y recreo. El aeródromo de La Morgal, con sus vistas impresionantes desde el cielo, invita a los aventureros a dominar las alturas y disfrutar de la experiencia única de volar sobre el verde paisaje asturiano. Para los amantes del deporte, el campo de golf y el circuito "Fernando Alonso" ofrecen instalaciones de primer nivel que combinan el ocio con la adrenalina, convirtiendo a Llanera en un destino atractivo tanto para residentes como para visitantes.
La modernidad de Llanera se fusiona de manera armoniosa con su entorno natural. Sus extensas áreas recreativas y senderos invitan a explorar la serenidad de sus praderas y lomas suaves, donde la brisa acaricia el rostro y el paisaje ofrece un respiro del bullicio de la vida cotidiana. Aquí, cada paseo se convierte en una sinfonía de paz, un regalo para los sentidos y el espíritu. La riqueza arbórea de la región, dominada por pinos, castaños y robles, junto a los ríos Nora, Zalandrón y Gafares, crea un entorno perfecto para la práctica de un turismo sostenible y activo, donde cada rincón invita a la relajación, la aventura y la gastronomía.
La capital, Posada de Llanera, junto con Lugo de Llanera, el núcleo más poblado, son centros bien comunicados que ofrecen una excelente calidad de vida con todos los servicios necesarios. Desde aquí, es fácil llegar a Oviedo, Gijón o Avilés, manteniendo a Llanera como un lugar estratégico para quienes buscan la tranquilidad del campo sin renunciar a las comodidades urbanas.
El camino atraviesa el Concejo de Llanera de sur a norte, recorriendo paisajes llenos de encanto y serenidad que ofrecen a los peregrinos una experiencia enriquecedora tanto a nivel físico como espiritual. Esta ruta, que forma parte del Camino de Santiago, está meticulosamente señalizada, garantizando que quienes la transitan puedan disfrutar del recorrido con la tranquilidad de no perderse. Las clásicas flechas amarillas, emblemáticas de todas las rutas jacobeas, guían a los caminantes a través de campos verdes, aldeas pintorescas y junto a monumentos históricos que salpican el paisaje de Llanera.
Lo que hace especial a este tramo del Camino en Llanera es la concha amarilla que decora algunos puntos clave de la ruta. Estos azulejos, decorados con la concha del peregrino, no solo sirven como guía, sino que también añaden un toque artístico y local al camino. Estas piezas fueron realizadas por la Escuela de Cerámica de Llanera, que quiso contribuir a la experiencia de los peregrinos de una manera significativa y duradera.
Los azulejos son más que simples señales; son un testimonio de la hospitalidad y del espíritu de comunidad que caracteriza a Llanera. Cada concha, cuidadosamente moldeada y pintada, refleja el orgullo local por formar parte de una tradición milenaria que une a personas de todo el mundo. Para los peregrinos, estos azulejos no solo marcan la dirección correcta, sino que también ofrecen un momento de conexión con la cultura local y la historia de este rincón asturiano.
A medida que el camino serpentea por Llanera, los peregrinos pueden disfrutar de la variedad del paisaje, desde las suaves colinas y praderas hasta las áreas más urbanizadas, donde la historia y la modernidad se entrelazan. Los caminantes también tienen la oportunidad de detenerse en los numerosos puntos de interés, como las áreas recreativas y los monumentos históricos, donde pueden descansar y reflexionar sobre su viaje.
Así, el Camino de Santiago en Llanera no es solo un viaje hacia un destino sagrado, sino también una oportunidad para sumergirse en la cultura y la hospitalidad de esta región. Las señales cuidadosamente colocadas, enriquecidas con el arte local, transforman la experiencia del peregrino en algo más que un simple recorrido; la convierten en un viaje lleno de significado, arte y conexión humana.
Llanera es un rincón de Asturias que apuesta por un futuro sostenible, orgulloso de su rica historia y comprometido con la preservación de su entorno natural. Es un destino que invita a descubrir, a vivir y a disfrutar de un paraíso natural en el centro de Asturias, donde cada visitante puede encontrar su propio refugio de paz y aventura.